El uso que los clérigos le dan a sus penes otra vez encrudece el debate. El ex obispo y presidente de Paraguay, Fernando Lugo confesó hace tres semanas un pecadito que le puede significar la expulsión de la iglesia católica. Sacó su miembrodelosmachosuperman y lo metió en donde no debía. El progresista liberal que venció en 2008 al centenario Partido Colorado y dona todos los meses su sueldo a obras de caridad había olvidado reconocer que era padre de un niño de 2 años. Pero después de la conferencia de prensa que armó para comunicar su arrepentimiento, ¿dónde está la noticia? sí señor, en algo que a nosotros los civiles- seamos laicos o católicos- no debería interesarnos: la castidad de los curas.
Luego de la puesta en escena, el primer mandatario se presentó en televisión y sometió su conducta a las vulgaridades del público. El programa en cuestión es el que conduce el periodista Humberto Rubín, ¿Me permite una pregunta? Ahí, con cara de asustado señalo que no se casará con Viviana Carrillo, la madre de su hijo, pero sí que le dará apoyo económico. A partir de ahora, la mitad de su remuneración como presidente irá a manos de ella para solventar los gastos de su hijo. Mientras tanto, en un marco de risas, un muchacho del público contó un chiste que dejó en ridículo al presidente. Según la broma, Lugo había regresado a la iglesia porque confesó ser padre. Al ex obispo le provocó una risotada que recorrió el mundo.
Pero ¿de que se ríen los paraguayos? Según el director del Registro Civil, Oscar Víctor Benítez, tres de cada diez hombres en ese país no reconocen a sus hijos. En tanto, la Organización Global Infancia publicó un estudio que señala que alrededor de 600 mil niños no son registrados oficialmente, un 36 % de los nacimientos. Y por si esto fuera poco, un informe realizado en 2007 por la Coordinadora de Derechos Humanos de Paraguay indica que seis niñas, adolescentes o mujeres sufren violencia en sus hogares y al menos una de ellas fue violada o abusada sexualmente.
Mientras estos párrafos van tomando forma, las acusaciones por paternidad no asumida contra el presidente paraguayo van surgiendo como agua en la montaña. Otras dos mujeres denuncian que Lugo es el padre de sus respectivos hijos. Benigna Leguizamón, de 27 años, tiene un hijo de seis y asegura que el padre del niño es el ex obispo. “He tenido un relación con este señor y de ella nació esta criatura que está sufriendo”, dijo a los periodistas que la acosaban. Mientras Leguizamón reclama por el ADN del primer mandatario, Damiana Morán, una maestra 39 años, también hace lo propio acompañada por sus abogados. No obstante, hombres y mujeres machistas se ríen de los chistes contados en televisión y algunos medios internacionales, como El mundo de España llama líos de falda a las acusaciones contra el presidente paraguayo. Por sí no se han percatado, no sólo es un problema de machos perseguidos por sus descocadas amantes. Y eso de la castidad, que lo conversen paredes adentro de la iglesia, pero sería interesante que lo resuelvan. Por las dudas, métanse el celibato, no por atrás, sino en la bragueta.
GE.GE