No se trata de una frase despectiva ni de una expresión homófoba. Los Putos Peronistas son una agrupación de travestis y homosexuales surgida en la localidad bonaerense de La Matanza que busca llegar algún día al Congreso de la Nación para defender y velar por “sus” derechos.

Justamente, consideran que “sus” derechos deberían formar parte de los de todos y por eso creyeron necesario reagruparse políticamente para juntar los suficientes adeptos y fuerzas que les permitan llegar a la “cocina de las leyes”.

No obstante, primero tienen por delante otro desafío para nada menor: como su nombre lo dice, son peronistas y quieren ser reconocidos como una rama del justicialismo para poder imprimir, en un futuro, los rostros del General Juan Domingo Perón y de Evita en las boletas legislativas.

“Representamos al puto pobre, al homosexual de barrio que no puede acceder a condiciones de vida dignas, salud, educación y trabajo”, contó Pablo Ayala, uno de los fundadores de la agrupación, al diario Página12. Justamente, la manera de hacer política que tienen básicamente radica en el aspecto social. Montados en la parte de atrás de una camioneta Ford F-100, recorren distintos puntos del conurbano bonaerense para censar la comunidad travesti y homosexual en condición de calle (ya sean trabajadores sexuales, desamparados, etc) y los invitan a participar en una especie de cooperativa donde les aseguran que serán contenidos tanto económica como emocionalmente.

Ya se hicieron escuchar en el día de la Lealtad Peronista y algunos medios de comunicación dieron cuenta de su existencia. En algún tiempo, quien dice, alguno de ellos ocupe una banca en el Congreso de la Nación. Habría que ver si el peronismo y el General, se “sacan la gorra” y los dejan formar parte del bloque o, en su defecto, apoyar por colectora como Putos Peronistas.





Por Julián Chorny