Hillary Clinton como secretaria de Estado, Sonia Sotomayor como ministra en la Corte Suprema de Justicia, Farah Pandith en representación del gobierno norteamericano ante la comunidad musulmana y Michelle, en el papel de una muy influyente primera dama. Todas ellas forman parte de una ¿estrategia? de Barack Obama para posicionarse como un hombre receptivo de las exigencias mundiales y darle mayor participación política a las mujeres. Pero, ¿el lavado de cara prosperará o inevitablemente se diluirá en mera apariencia?
Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos manifestó, en su visita a Egipto a principios de junio pasado, que las sociedades occidentales deberían sumarse, sin restricciones, al impulso internacional por la igualdad de género. En plan de autocrítica, el mandatario señalo también que la equidad entre hombres y mujeres no es sólo una cuestión del Islam, sino que es una lucha que pertenece a todas las sociedades del mundo.
En otro orden, a partir de agosto, los mensajes de Obama a la presidenta argentina,Cristina Fernández serán brindados con ademanes, gestos y voz femeninos. Vilma Socorro Martínez, una abogada nacida en México hace 65 años será la embajadora por estas tierras
. Y que a nadie se le ocurra hacer lamentables bromas con el segundo nombre (por favor, a nadie).
Con una extensa trayectoria en la lucha por las libertades civiles, Martínez ha formado parte de numerosas corporaciones, entre ellas Shell, Burlington Santa Fe (compañía de transporte de carga) y Wal Mart - paradójicamente una empresa que no permite la sindicalización de sus empleados -.
Entonces, todo indica que cuando Earl Anthony Wayne, el actual embajador abandone la sede diplomática ubicada en el barrio de Palermo, una letrada en derecho será la encargada de transmitir las inquietudes que surgen en la Casa Blanca respecto a los avatares que provienen del sur del continente.
Por ultimo, más allá de los roles que cada una de las mujeres mencionadas ocupe en la administración de Obama, no deja de ser meritorio la difusión que ejerce el jefe de estado norteamericano para sostener en la cúpula de la agenda internacional la igualdad de género. Algo que él mismo se encargó de aclarar en su paso por El Cairo: “No creo que las mujeres deban hacer la mismas cosas que los hombres para logra la equidad. Respeto a aquéllas que quieren desempeñar roles tradicionales, pero deberá ser su elección.”

GE.GE